San Andrés Cholula, Pue.—
A las 9 de la mañana, mientras el sol apenas se colaba entre los árboles del Polideportivo en la lateral de la Recta a Cholula, un poblano comenzaba su día como cualquiera… hasta que se encontró con el silencio amargo de la delincuencia.
Su automóvil, estacionado como siempre, fue desmantelado a plena luz del día. Le robaron una llanta completa, ambas calaveras traseras y el estéreo, dejando solo los rastros metálicos del crimen.
🚓 La indiferencia también es violencia
Lo más grave no fue el robo, sino la respuesta de las autoridades. O más bien, su ausencia.
Cuando el afectado solicitó ayuda a los policías presentes, no recibió auxilio alguno. La única opción que le quedó fue llamar directamente al 911, buscando apoyo por su cuenta mientras veía cómo su patrimonio quedaba expuesto.
“Uno piensa que con tantos policías en la zona estaría más seguro, pero no fue así”, comentó el afectado, visiblemente molesto.
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🔍 Una reflexión que arde más que el robo
No se trata solo de una llanta, ni de un estéreo. Se trata de la sensación de estar desprotegidos incluso cuando hay policías cerca.
La Recta a Cholula, una vialidad tan transitada, no debería ser el escenario perfecto para que los ladrones actúen con impunidad mientras la autoridad mira hacia otro lado.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que roben lo poco que tenemos sin consecuencias?