Puebla.- Lo que comenzó como un malestar estomacal para Kimba, una perrita con síntomas de vómito y diarrea, terminó en una pesadilla para su dueño, quien denunció en redes sociales la presunta negligencia de la clínica MedicanDog Veterinaria en Puebla.
De una consulta rutinaria a una hospitalización dudosa
El 8 de marzo, tras notar que su mascota se mostraba inquieta y con problemas digestivos, su dueño decidió llevarla a una de las sucursales de MedicanDog. El personal recomendó su hospitalización inmediata, asegurando que era la mejor opción para estabilizarla. Confiando en los especialistas, aceptó el ingreso de Kimba sin dudarlo.
Le administraron suero intravenoso y un medicamento para el estómago. Sin embargo, le informaron que esa sucursal no tenía equipo para hospitalización, por lo que trasladaron a la perrita a otra clínica de la misma cadena, donde supuestamente recibiría mejor atención.
Un deterioro alarmante y promesas incumplidas
Cuando el dueño visitó a Kimba por la tarde, la perrita continuaba con diarrea con sangre. Al cuestionar a los médicos sobre un diagnóstico preciso, solo recibió la respuesta de que “podría ser una parasitosis severa” y que la tendrían bajo observación. No realizaron estudios, lo que encendió sus alarmas.
A la mañana siguiente, el veterinario aseguró que la lomito ya no vomitaba y que su evolución era favorable, pero al llegar a la clínica, su dueño encontró una realidad muy diferente: Kimba seguía vomitando y con diarrea intensa. Además, la línea del suero estaba tapada y con retorno de sangre, lo que evidenciaba que no había recibido ni la mitad del líquido en más de 24 horas.
El panorama fue aún más preocupante cuando notó las condiciones antihigiénicas del lugar: cubetas con sangre, gasas usadas y manchas secas en paredes y pisos, señales de un ambiente insalubre y descuidado.
Una decisión desesperada: Sacarla antes de que fuera tarde
Ante la falta de transparencia, la mentira sobre su evolución y la suciedad del establecimiento, el dueño tomó una decisión inmediata: sacar a Kimba y trasladarla a Apizaco, Tlaxcala, para recibir atención de emergencia.
En la nueva clínica, los veterinarios actuaron con rapidez y le realizaron estudios, pruebas y ultrasonido. Gracias a este diagnóstico certero y un tratamiento especializado, Kimba logró estabilizarse y regresar a casa con un tratamiento adecuado.
El derecho a una atención veterinaria digna
Las mascotas son parte de la familia y merecen atención médica de calidad. Este caso evidencia la importancia de elegir cuidadosamente un veterinario y denunciar prácticas negligentes. No podemos permitir que lugares sin condiciones adecuadas sigan operando y poniendo en riesgo la vida de nuestros animales.
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