En solo 72 horas, la violencia se ha apoderado del municipio de Coronango, con el asesinato de tres hombres. Hasta el momento, los responsables de estos crímenes no han sido detenidos.
En un lapso de tres días, del domingo 9 al martes 11 de junio, Coronango registró tres ejecuciones. Solo una de las víctimas ha sido identificada, mientras que las otras dos permanecen como desconocidas en el anfiteatro de la ciudad de Puebla.
Resumen de los Hechos
Primera Víctima: Las primeras horas del domingo 9 de junio, automovilistas reportaron al número de emergencias que en el camellón central de la autopista México-Puebla, a la altura del Parque Finsa, yacía el cuerpo de un hombre ensangrentado. Se pensó inicialmente que había sido atropellado, pero luego se confirmó que murió por un disparo en la cabeza. El hombre vestía pantalón de mezclilla, playera azul y camisa de rayas blancas, con cabello canoso y complexión robusta.
Segunda Víctima: En la madrugada del lunes, vecinos de San Francisco Ocotlán informaron haber escuchado disparos en la calle Industria Agropecuaria, esquina con San Isidro. La policía encontró el cuerpo de un hombre de alrededor de 35 años, con múltiples heridas de bala en un camino de terracería. Los paramédicos confirmaron su muerte en el lugar.
Tercera Víctima: El martes 11 de junio, Don Álvaro, un taxista de 62 años, fue asesinado durante un violento asalto fuera del fraccionamiento Verona en Misiones de San Francisco. Los asaltantes le dispararon en la cabeza después de que se resistiera a entregar sus pertenencias y su taxi. Su cuerpo fue encontrado en plena vía pública, cerca de una tienda de conveniencia en la calle Los Pinos.
Respuesta de la Comunidad y Autoridades
El gremio de taxistas está de luto y exige justicia, destacando que Don Álvaro era un padre de familia que trabajaba arduamente para mantener a los suyos. La Fiscalía General del Estado y las autoridades locales han intensificado las investigaciones para dar con los responsables de estos crímenes y evitar que queden impunes.
La serie de ejecuciones ha causado alarma entre los habitantes de Coronango, que ahora viven con el temor constante de la violencia en su comunidad.