Arquidiócesis Condena Despenalización del Aborto: “Puebla está de luto, que Dios los perdone”
La Arquidiócesis de Puebla, encabezada por el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, declaró que Puebla está de luto por la despenalización del aborto, calificando esta acción como derramamiento de “sangre de inocentes” y pidió a Dios que perdone a los diputados que aprobaron esta medida.
En un comunicado público, la Arquidiócesis expresó su profunda tristeza, lamentando que el derecho a la vida se niegue de manera “violenta”.
“El derecho a la vida, que hoy se niega violentamente, es una misión recibida del Salvador que no depende de normas humanas”, subrayó el documento, criticando las nuevas ideologías que, según ellos, deshumanizan al no nacido.
El comunicado también reitera que la despenalización del aborto es una oposición a los valores del Reino de Dios.
La Arquidiócesis de Puebla anunció varias acciones:
Pastoral Litúrgica: Promoverán la oración y la celebración de misas para pedir al Señor que toque los corazones de las mujeres que consideren abortar, reconociendo la vida de su hijo como sagrada. Habrá oraciones de desagravio los primeros viernes de cada mes hasta el Año Jubilar 2025.
Pastoral de la Comunicación: Continuarán una campaña permanente en redes sociales para concienciar sobre el valor de la vida humana y ofrecer formación en valores.
Pastoral Profética y Familiar: Se enfocarán en formar nuevas generaciones en la sana vivencia del amor humano y la sexualidad para prevenir embarazos no deseados, promoviendo valores de familia, responsabilidad y respeto.
Dimensión Vida: Seguirán promoviendo el amor a la vida y fortaleciendo las familias para que respeten y protejan la vida como un regalo divino.
Pastoral Juvenil: Trabajarán en la formación de adolescentes y jóvenes en los valores de fidelidad, responsabilidad y castidad, promoviendo la “Civilización del Amor”.
Pastoral Social: Continuarán apoyando a los más necesitados, vulnerables y excluidos de la sociedad para que mantengan la esperanza en una vida mejor.
Este pronunciamiento se hace en un contexto de controversia y debate sobre la despenalización del aborto en México, reflejando la postura de la Iglesia Católica en el país.