En medio del proceso de recuperación global por la pandemia de COVID-19, un sombrío panorama se vislumbra en el horizonte. Científicos están lanzando advertencias sobre la posibilidad de que un virus desconocido podría desencadenar la próxima pandemia mundial, con consecuencias potencialmente devastadoras.
El enfoque preventivo toma mayor relevancia tras la lección aprendida con la pandemia del coronavirus. Es crucial identificar a tiempo los patógenos emergentes que podrían representar una amenaza para la salud pública mundial.
Aunque la viruela del mono (Mpox) inicialmente atrajo la atención debido a un brote reciente en África, es la gripe, especialmente la gripe aviar, la que causa mayor inquietud entre los científicos. Los casos registrados este año, incluida la transmisión del virus H5N1 de vacas a humanos en Texas, Estados Unidos, subrayan el peligro latente.
Los expertos destacan la diversidad y cantidad de virus circulantes como factores que aumentan el riesgo de una nueva pandemia. Según un estudio reciente del Consorcio Vaccelerate, la influenza es el principal patógeno de preocupación con potencial pandémico, seguido de la “enfermedad X” (desconocida hasta el momento), el SARS-CoV-2, el SARS-CoV y el virus del Ébola, todos con historiales de brotes epidémicos o pandémicos previos.