En una impactante revelación, se ha descubierto que una popular app de grabación de Android, conocida como iRecorder Screen Recorder, ha estado secretamente grabando a los usuarios desde agosto de 2022.
Lo que parecía ser una app de grabación inofensiva cuando fue lanzada en septiembre de 2021, se convirtió en una amenaza insidiosa unos meses después, después de recibir una actualización en agosto del año pasado.
El investigador de Essential Security Against Evolving Threats (ESET), Lukas Stefanko, ha expuesto los escalofriantes hallazgos en su blog.
Según Stefanko, la aplicación se actualizó con un código malicioso basado en el troyano de acceso remoto (RAT) AhMyth Android de código abierto.
A partir de entonces, la app comenzó a grabar 60 segundos de audio cada 15 minutos en todos los dispositivos donde se había descargado, y enviaba en secreto esas grabaciones al servidor del desarrollador a través de un enlace encriptado.
Lo más alarmante es que iRecorder Screen Recorder contaba con alrededor de 50 mil descargas antes de ser detectada y eliminada de la Play Store.
Este caso resalta un grave problema en el ecosistema de aplicaciones fraudulentas, el cual no es ajeno a las tiendas de aplicaciones de Apple o Google.
Sin embargo, en este caso en particular, la magnitud del problema es aún mayor, ya que se trata de aplicaciones de grabación que pueden acceder a información altamente confidencial.
El investigador destaca la complejidad de este tipo de aplicaciones en particular. Estas apps, aparentemente inofensivas al principio, se transforman en amenazas a medida que aprovechan los permisos otorgados desde el inicio para recopilar información sensible de los dispositivos de los usuarios y enviarla a los desarrolladores, sin que estos últimos revelen sus verdaderas intenciones o propósitos.
La infiltración de iRecorder Screen Recorder durante casi un año plantea serias interrogantes sobre la seguridad y la privacidad en el ecosistema de Android.
Los usuarios deben ser cautelosos al otorgar permisos a las aplicaciones y estar atentos a cualquier comportamiento inusual en sus dispositivos.
Es fundamental que tanto los desarrolladores como las tiendas de aplicaciones refuercen sus políticas de seguridad y realicen controles más rigurosos para evitar la proliferación de aplicaciones maliciosas que ponen en riesgo la confidencialidad de los usuarios.
En resumen, la historia de iRecorder Screen Recorder nos recuerda la importancia de proteger nuestra privacidad en el mundo digital.
Las aplicaciones que parecen inofensivas podrían ocultar intenciones oscuras y explotar nuestros datos personales. Como usuarios, debemos ser conscientes y estar alerta para mantenernos a salvo de estas amenazas crecientes en el panorama de Android.
Con información de Debate