El boxeo es una mina de historias irreales, en donde personas que en algún punto de sus vidas vivían en situaciones complicadas, con los años se volvieron millonarios por el poder de sus puños, pero así como se lo ganaban, tambien lo perdían y en muchos de los casos llegaban al punto de quedarse sin nada y volver a empezar. Aunque hubo otros casos en donde la intención era buena y diferente, pero no se salvó de ser victima de las malas personas, ese fue el caso del exboxeador mexicano Víctor Rabanales quien en su mejor momento de carrera fue millonario y con grandes ilusiones de invertir su dinero para no tener que volver a tener que sufrir por ello. Pero unos estafadores se valieron de la inocencia del mexicano para “venderle” el Popocatépetl y sacarle gran parte de su dinero.
Víctor Rabanales fue uno de los mejores boxeadores mexicanos en sus tiempos, su agilidad y buen golpeo le hicieron de una gran fama que rápido lo llevó a pelear en grandes carteleras y que por ende lo llevó a tener mucho dinero en sus cuentas bancarias, más de lo que alguna vez pensó que podría tener. Pero en su cabeza sabía que debía hacer algo con el y que fuera bueno para cuidarlo y evitarse tener que ser como muchos de los boxeadores que perdían sus fortunas de un día para otro. Rabanales se había coronado como campeón mundial de peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), su rival fue el japonés Joichiro Tatsuyoshi, pelea que le abrió el camino para grandes cosas.
Ya con la bolsa millonaria de esa pelea, Víctor Rabanales sabía que ya era momento de comenzar a pensar en su futuro y una de las ideas que tuvo fue hacerse del volcán Popocatépetl para construir ciertas cosas a sus faldas y sobre el para de ahí poder vivir el resto de su vida junto a su amada esposa. Fue con esa idea cuando la “Gran Estafa” dio inicio. Luego de revelar su intención, contactó a algunas personas que le aseguraron que podían venderle la obra de la naturaleza, el les contó que deseaba tener una escuela de boxeo en las alturas del volcán para ayudar con la preparación física, además de crear una granja de conejos y lo más importante una bella casa para vivir junto a su pareja de la manera más tranquila. Luego de esa explicación las personas de quien no reveló algún nombre le aseguraron que sería posible.
El día para la compra llegó y Víctor Rabanales junto a las personas llegaron al volcán, luego de algunas platicas le revelaron la cifra total por la compra a lo que el expúgil rechazó la oferta de inmediato pues era un precio bastante alto, mismo que no se reveló en la entrevista que tuvo con Proceso, pero si aseguró que fueron más de 5 veces que lo que tenía en el banco que en esa ocasión era poco más de un millón de dólares, ante eso las personas que intentaban estafarlo se molestaron y le dejaron en el Popocatépetl y se fueron, teniendo él que regresar a casa a pie. A pesar del abandono, estas personas tenian bien estudiado a Víctor ya que apelando a su interés en comprar el volcán decidieron mandarle a un par de mujeres que se lo ofrecieron en una cantidad mucho menor, el mismo boxeador dijo que fueron pco más de 30 mil dólares, firmó el papel y pagó, justo en ese momento se consumó la estafa, no pagó millones pero su perdió gran parte de su dinero. Luego de un tiempo se dio cuenta que todo se trató de una estafa pero para su mala suerte es sería el inicio una pésima racha.
Luego de perder el dinero, este perdió el título del CMB en el año de 1993, unos meses después a sus 41 años decidió decir adiós al boxeo, aún con gran parte de su dinero, y con 70 peleas, 49 victorias y 21 derrotas. Y cuando pensó que podría hacer de su vida algo grande comenzaron los problemas, su confianza puesta en los demás le pasó factura, perdió 2 departamentos y una casa con valor de miles de pesos, estas ubicadas en México (Texcoco) luego de que no las registrara con su nombre y sin con el de otra persona. Incluso en la estafa del volcán tampoco utilizó su nombre, puso a su entonces esposa como la dueña, pero ante la invalidez del documento eso no funcionó. Pero lo que quizá le destrozó más su vida fue el divorcio de su esposa, con quien había planeado vivir el resto de sus vidas, ahora le había dicho adiós, con ello se fue gran parte de su dinero llegando a perderlo todo.
Lo único que le quedaba era el cinturón que alguna vez ganó pero en su desesperación de obtener dinero prácticamente lo regaló vendiéndolo en 5 mil pesos, cuando se podía encontrar valuado hasta en unos 15 dólares. Luego de eso ya no se le vio más en el box, su carrera quedó como una de las grandes en México, pero su vida privada fue la que quedó más grabada. Luego de tantos años, muchas personas han reportado que lo han visto trabajando en el mercado de Texcoco ganando el dinero diario para seguir viviendo, por parte del CMB le tiene una ayuda mensual de mil 500 pesos. Víctor Rabanales es uno de los tantos casos en el boxeo mexicano en donde la vida luego del ring ya no es la misma.
Con información de El Debate